Varadero Sarsotti: baleado en un confuso episodio

Un hombre herido leve arribó al Cullen y no dio precisiones sobre las circunstancias en las que fue atacado. Más tarde, un joven se presentó espontáneamente ante la policía y dijo que llegó a su casa, vió a un ladrón robándose una garrafa y le disparó tras quitarle su arma durante un forcejeo. Ahora investigan cómo ocurrió.

La policía investiga un hecho del que resultara herido un joven de 21 años ayer por la noche en el barrio Varadero Sarsotti. El herido llegó al Cullen y no dio datos precisos sobre en qué circunstancias recibió impactos en ambos glúteos, minutos después un joven se presentó espontáneamente y dijo ante la policía que lo había atacado cuando llegó a su casa y lo vio robando. Aseguró que del susto después descartó el arma, la policía no encontró la pistola en cuestión por lo que aún se investiga lo sucedido.

Ayer desde las inmediaciones de la arenera del barrio Varadero Sarsotti fue trasladado un joven de 23 años herido con rumbo al hospital José María Cullen. Eran cerca de las 21 cuando ingresó al shock room del centro médico con un cuadro de heridas de arma de fuego en ambos glúteos. En un breve diálogo que mantuvo con personal policial no dio mayores datos sobre los hechos que le originaron ambas lesiones.

Minutos después un joven de 20 años se presentaba en dependencias de la Subcomisaría 1º de policía. Allí afirmaba haber baleado a un sujeto al que sorprendió robando una garrafa de su propiedad cuando regresaba a su hogar.

El detalle de las heridas era coincidente con el joven que estaba hospitalizado en el Cullen y el atacante aseguró que ocurrieron durante un forcejeo con el supuesto delincuente que sorprendió con las manos en la masa.

Afirmó que al verlo robando intentó defender su propiedad y se trenzó en lucha con el presunto ladrón, le quitó el arma que portaba que se detonó e hirió al joven. Además agregó a sus palabras que producto del susto que le provocó lo sucedido, descartó el arma y luego decidió presentarse espontáneamente ante la fuerza pública.

Bajo la orden del fiscal Marchi, los pesquisas se dirigieron al lugar de los hechos y a donde, según los dichos del dueño de casa, se encontraría el arma de donde salieron los disparos pero no la hallaron.

Ambos partícipes del hecho son vecinos de la zona y al parecer no se conocen entre sí por lo que los pesquisas no siguen la pista de algún desencuentro personal entre ambos. Los confusos relatos que ambos dieron hacen que el episodio aún no haya sido esclarecido del todo. Esto con el agravante de que no se encontró el arma de fuego que se manipuló durante los hechos por lo que el caso está aún en proceso de investigación.

(EL LITORAL)