Esperó pacientemente el momento, pasó mucho tiempo sin jugar y en algún momento nadie se acordaba que estaba en el plantel. Le tocó entrar en el peor momento, cuando varios jugadores hicieron sus valijas, se fueron y no hubo posibilidades de traer refuerzos. Mariano Bíttolo entendió allí que había llegado su momento. No desperdició la oportunidad. Se quedó con la titularidad y salvo algunos pocos partidos en los que, por cuestiones tácticas se supone, el técnico de turno lo sacó del equipo, siempre quedó la sensación de que su presencia entre los 11 estaba garantizada y fundamentada por los buenos rendimientos.Pero el pico de todo esto llegó el domingo pasado, en un Brigadier López rugiente, expectante, con muchos nervios acumulados. Había que ganarle a Ferro. Era una cita ineludible que tenía Colón con su propio destino. Y apareció Mariano Bíttolo haciendo lo que nunca había conseguido (marcar un gol) en un momento decisivo y fundamental.
Esa palomita de Bíttolo desató la euforia contenida, las lágrimas que saltaron de los ojos de miles y miles de sabaleros, más esta posibilidad inmediata y que no se puede desaprovechar, de estar a una victoria de la vuelta a Primera.
—Primer gol de tu carrera y gol clave si se da el ascenso, Mariano...
—Fue doble alegría. Primero porque sirvió para ganar; segundo, porque cortamos una racha negativa, sin victorias, que era fundamental que podamos cortar.
—¿Qué diferencias hay entre lo que te pedía Osella y esta posición de volante en la que te puso Mostaza?
—Siento que me da mayor libertad para atacar y menor responsabilidad para la marca. Tengo que bajar con el volante o con el lateral de mi lado, pero no tengo tanta obligación. Pero esa libertad para atacar me viene muy bien.
—¿Con qué presión te quedás, con esta para ascender o con la del torneo pasado para no descender?
—Pelear por no descender es muy complicado, además yo venía de Vélez y no estaba acostumbrado a eso. Esto está bueno porque sé que vamos a quedar en el recuerdo si logramos el objetivo.
—¿Estás cómodo en la ciudad?
—Nos adaptamos bastante bien, las distancias son cortas...
—¿Sabías que muchos vienen a jugar a Santa Fe y se quedan a vivir?
—Es lindo que sea tan futbolera, la gente es apasionada, me conoce, no sé si me quedaría a vivir porque tengo toda mi familia en Buenos Aires. Pero me gusta mucho esta ciudad porque nos hace bien.
—¿Van más liberados a Pergamino en comparación con Ferro?
—No, porque sabemos que hay que ganar sí o sí para llegar al objetivo. Por eso, la idea es salir a atacar como lo hicimos en San Juan y ante Ferro.
—¿Qué pasó en el momento en que la pelota entraba, en qué pensaste, qué sentiste?
—Busqué a mi señora y a mi pequeño que estaban en la cancha y luego con mis compañeros, por suerte llegó Becerra para abrazarme porque no sabía para dónde disparar...
—¿Es una revancha para vos?
—Lo dije después de Rafaela, cuando descendimos. Es algo lindo lo que me pasó en Santa Fe porque esta continuidad no creo que la hubiese tenido en Vélez. Quedé libre allí, tengo el pase en mi poder y acá pude encontrar lo que no tuve allá, pero de ninguna manera lo tomo como una revancha. Mi revancha es que Colón juegue en Primera y eso fue lo que me propuse el día que perdimos con Rafaela.
Enrique Cruz (h) -- El Litoral
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